El año 2021 indudablemente cambió el panorama político de nuestro país con la asunción de los primeros Gobernadores y Gobernadoras Regionales electos democráticamente en toda nuestra historia patria.
Este hecho fundamental, que sin duda, es un cambio en los paradigmas de distribución del poder político implicó que el eje de la toma de decisiones cambiara y que las regiones y sus habitantes tuvieran en el ámbito ejecutivo un genuino representante de sus intereses, problemáticas y dolores, acelerando el incipiente proceso de descentralización que enfrentaba nuestro país. Este proceso, incompleto por cierto, ha tenido diversos matices, avances y retrocesos los que se han puesto de manifiesto en múltiples ocasiones, no entendiéndose plenamente que ella llegó para quedarse y que bajo ninguna circunstancia tiene vuelta atrás, dado que los territorios requieren cada día de dosis crecientes de decisiones, poder y recursos.
A partir de lo anterior, vemos con profunda preocupación el rol y las funciones que se le quiere entregar al Delegado Regional en el marco de la discusión del proyecto de ley del Ministerio de Seguridad Pública, lo que va en sentido contrario de cualquier proceso de transferencia de poder a las regiones y de la propia promesa del ejecutivo de terminar con esta figura.
Si bien entendemos el rol del Delegado en materias de seguridad interior y de su relación con las policías, no entendemos la necesidad de que asuma otros roles políticos distintos a ello, tal como lo ha manifestado la Cámara de Diputados rechazando dicho artículo en el proyecto de ley.
Creemos profundamente que la figura de Delegado Regional no debiera existir como lo hemos manifestado en múltiples ocasiones y que se deben tomar acciones profundas y llenas de convicción para avanzar en ello, con la prontitud que requiere un proceso de descentralización pleno como el que merecen todos los chilenos y chilenas, donde la necesidad de avanzar en una ley de rentas regionales, en mejores condiciones para nuestros funcionarios, en mejorar los estándares de prevención del delito y atención a víctimas, se transforman en un imperativo de nuestro accionar, todo en un marco de probidad y transparencia acorde a las necesidades que la sociedad plantea.
Hoy con mas fuerza que nunca los Gobernadores y Gobernadoras regionales agrupados en AGORECHI creemos y decimos que una Descentralización real le cambia la vida a las personas.
