Columna de Patricio Vallespín: Acuerdo de seguridad, ¿y dónde están los gobernadores?

Patricio Vallespín foto columna

Uno de los principales temas de preocupación de la gente que habitan en cada una de las regiones del país, es la seguridad. En efecto, la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) arrojó una tasa de la percepción de aumento de la delincuencia que alcanzó a 86,9 puntos porcentuales, superando el 84,3% informado en este informe el año anterior.

En nuestro trabajo diario, constatamos que la delincuencia no es sólo encuestas y números, sino una realidad palpable que afecta gravemente a las personas en un derecho humano fundamental como es la seguridad. Las personas se sienten vulnerables. La seguridad es un fenómeno complejo y multicausal, por lo que aquí no caben eslóganes ni soluciones fáciles y cortoplacistas. Por el contrario, se requiere trabajar en una estrategia integral, sostenida, con programas que apunten a la prevención situacional, la prevención social y al control y sanción. Lo anterior exige un análisis y respuestas desde lo territorial, reconociendo la importancia de la participación de una multiplicidad de actores sociales e institucionales, entre ellos los Gobiernos Regionales. En este contexto, los Gobernadores y Gobernadoras reunidos en la Asociación que presido, solicitamos a la Ministra del Interior y Seguridad Pública, convocar a un gran Acuerdo por la Seguridad, para abordar, de manera transversal e intersectorial, la delincuencia. A nuestro juicio, es una prioridad que requiere de una nueva política de Estado.

En la actualidad, el rol que se le asigna institucionalmente a los Gobiernos Regionales es, por una parte, insuficiente, y, por otra, absolutamente incoherente con el aporte que realizan. En efecto, llama profundamente la atención que no haya referencias legales al rol preventivo que debieran tener los Gobiernos Regionales. No están incluidos, por ejemplo, en el Consejo Nacional de Seguridad Pública Interior, lo que resulta incomprensible teniendo presente que, en su conjunto, han aprobado, entre los años 2021 y 2022, más de 308 mil millones de pesos en diversos proyectos de seguridad en todo Chile. Cifra muy superior a los 30 mil millones de pesos que entregó en el 2022 el Gobierno Central a través de los distintos programas de la Subsecretaría de Prevención del Delito.

Estamos convencidos que para consolidar un rol relevante de los Gobiernos Regionales de manera explícita es conveniente considerar dos focos de acción: Primero, modificar las bases jurídicas e institucionales a fin de otorgar facultades a los Gobiernos Regionales “para abordar las problemáticas de seguridad ciudadana en sus territorios, particularmente en lo preventivo”. Y segundo, asegurar una articulación virtuosa entre Gobierno Central, Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales en todos los ámbitos de toma de decisiones relativa a la seguridad en los territorios.

Patricio Vallespín López, Presidente Asociación de Gobernadores y Gobernadoras Regionales.

Fuente: La Tercera

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CRISTÓBAL JULIÁ DE LA VEGA

Padre, profesional y político, su pasión por la región de Coquimbo es profunda y está arraigada en su historia personal. Nacido y criado en Ovalle, en una familia dedicada al trabajo y la producción agrícola del valle del Limarí, aprendió desde joven el valor del esfuerzo, la resiliencia y la conexión con su entorno. La experiencia de enfrentar las incertidumbres climáticas y su impacto en la vida diaria lo llevó a estudiar meteorología en la Universidad de Valparaíso, con la convicción de contribuir al conocimiento y enfrentar los desafíos propios de su región.

Con 17 años de servicio en la región de Coquimbo, ha dedicado su vida profesional a identificar y potenciar las oportunidades de su territorio. Su paso por el Centro Científico CEAZA, sumado a su experiencia como emprendedor, le permitió abordar diversas problemáticas con compromiso y creatividad, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la comunidad. En el ámbito público, desempeñó funciones claves en la Dirección Regional de Aguas, en la Seremi de Minería de la región de Coquimbo y en INDAP, donde jugó un papel crucial en el respaldo a la agricultura familiar campesina, especialmente en el contexto de la grave crisis hídrica que afecta a la región. Su trayectoria profesional ha consolidado su visión sobre la importancia del diálogo, la colaboración y la transparencia en una gestión pública efectiva.

Convencido de que la descentralización es clave para el desarrollo regional, cree firmemente en la participación activa de la ciudadanía como base para construir un futuro más equitativo y próspero. Su principal motivación sigue siendo servir a las personas por medio de un trabajo conjunto y transversal que permita el desarrollo de la región de Coquimbo.

RENÉ SAFFIRIO ESPINOZA

Gobernador Regional de La Araucanía, es abogado titulado en la Universidad de Chile. Desde sus inicios académicos, cursó sus estudios básicos y secundarios en el Instituto Mercedario de la ciudad de Victoria, finalizándolos en la Escuela Industrial de Temuco. Su interés por la política se manifestó a temprana edad, convirtiéndose en dirigente de los estudiantes secundarios de Temuco, asumiendo roles de liderazgo como presidente de las Juventudes DC y luego como presidente regional y provincial de dicho partido. Durante la dictadura militar, presidió la Alianza Democrática, donde se destacó por su firme compromiso en la lucha por la recuperación de la democracia en Chile.

Su formación profesional continuó en la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, donde obtuvo el grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales en el año 1982 y se tituló como abogado en 1983. Durante la misma década, René Saffirio se dedicó a la defensa de los Derechos Humanos, desempeñándose como abogado en la Vicaría de la Solidaridad del Obispado de Temuco. Su compromiso con la justicia social lo llevó a ocupar el cargo de Seremi de Justicia en La Araucanía entre 1990 y 1991, durante el gobierno del presidente Patricio Aylwin Azócar.

A lo largo de su carrera, Saffirio ha dejado una huella significativa en la política local y nacional. Fue alcalde de Temuco en tres períodos, entre 1992 y 2004, donde impulsó transformaciones que sentaron las bases del Temuco moderno. Posteriormente, entre 2004 y 2009, se desempeñó como vicerrector de la Universidad Mayor en Temuco. Desde 2010 hasta 2022, fue Diputado de la República, participando activamente en diversas comisiones, incluyendo la de Derechos Humanos y Pueblos Originarios, y presidió la Comisión de Control del Sistema de Inteligencia del Estado. Su labor en el Congreso incluyó la investigación de violaciones a los Derechos Humanos y la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes bajo la custodia del Estado, evidenciando su compromiso con la justicia y la equidad en Chile.